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La novena cruzada templaria (1271-1272)

mapa de la novena cruzada

Los antecedentes y motivaciones de la novena cruzada templaria

La novena cruzada templaria fue una expedición militar lanzada por el príncipe Eduardo de Inglaterra en 1271. El objetivo de la cruzada era recuperar Tierra Santa, que había sido conquistada por los musulmanes en la octava cruzada.

En 1268 Baibars, el sultán mameluco de Egipto, había conquistado Antioquía, y ya había reducido el Reino de Jerusalén, a una pequeña franja de tierra entre Sidón y Acre. El rey de Inglaterra, Enrique III, había hecho votos hacía tiempo de participar en una cruzada pero, ya anciano, permitió que lo hiciera su hijo y heredero, Eduardo.

El plan inicial de Eduardo había sido el de unirse al rey de Francia Luis IX en Túnez. Cuando llegó allí, el monarca francés había muerto y el ejercito francés se alistaba para volver a su tierra. Eduardo pasó con sus fuerzas a Sicilia, donde pasó el invierno antes de cruzar el resto del Mediterráneo en la primavera de 1272. Tras hacer escala en Chipre, llego a Acre el 9 de mayo.

Los templarios se reunieron en Acre para discutir el futuro de las cruzadas. Los templarios decidieron organizar una nueva cruzada y pidieron ayuda a los otros estados cristianos de Europa. La cruzada fue apoyada por el papa Gregorio X, que emitió una bula papal en 1271 llamando a los cristianos a la guerra santa.

Líderes cristianos

Juan de Flandes: el obispo cruzado

Juan de Flandes (1240-1278) fue un noble flamenco que se convirtió en obispo de Lieja en 1274. Era un hombre devoto y un apasionado de la causa de las cruzadas.

Juan de Flandes nació en una familia noble de Flandes. Su padre, Guy de Dampierre, era conde de Flandes y su madre, Ida de Bretaña, era hija del duque de Bretaña. Juan recibió una educación esmerada y se convirtió en un hombre culto y versado en las artes.

En 1274, Juan de Flandes fue nombrado obispo de Lieja. Su nombramiento fue recibido con entusiasmo por el pueblo de Lieja, que veía en él a un líder fuerte y comprometido con la fe cristiana.

Juan de Flandes se convirtió en un defensor de la causa de las cruzadas. Creía que era la obligación de los cristianos recuperar Tierra Santa de los musulmanes. Se unió a la novena cruzada, que fue lanzada por el príncipe Eduardo de Inglaterra.

Juan de Flandes llegó a Acre , junto con un pequeño destacamento de hombres de Lieja. Se unió al ejército cruzado y participó en el asedio de la ciudad. El asedio fue un fracaso y los cruzados se vieron obligados a retirarse.

Juan de Flandes regresó a Lieja en 1276. Continuó siendo un defensor de la causa de las cruzadas y murió en 1278.

eduardo I en la novena cruzada Eduardo de Inglaterra, príncipe de Gales. 

Eduardo de Inglaterra, príncipe de Gales, fue uno de los principales líderes de la octava cruzada. Era un joven ambicioso que buscaba ganar fama y experiencia militar.

Nació en 1239, hijo del rey Enrique III de Inglaterra y de Leonor de Provenza. Era un hombre de gran físico y destreza militar. Se le conocía por su valentía en la batalla y su habilidad con la espada.

En 1267, Eduardo se unió a la octava cruzada, dirigida por el rey Luis IX de Francia. La cruzada tenía como objetivo conquistar Túnez y convertir al emir al cristianismo.

Participó en la batalla de Cartago, el 24 de julio de 1270. Luchó con valentía, pero la cruzada fue derrotada.

En la novena  cruzada

A pesar de la derrota, Eduardo se ganó el respeto de los cruzados por su valentía y su liderazgo. También se ganó el respeto del rey Luis IX, quien lo nombró su sucesor al mando de la cruzada.

Sin embargo, Luis IX murió poco después de la batalla de Cartago, y Eduardo se dirigió hacia los estados cruzados para librar la novena cruzad

Eduardo regresó a Inglaterra en 1271. Se convirtió en rey en 1272 y gobernó hasta su muerte en 1307.

Como rey, Eduardo fue un líder victorioso. Conquistó Gales, derrotando a Llywelyn ap Gruffudd, el último príncipe independiente de Gales. También conquistó Escocia, derrotando a William Wallace y Robert the Bruce.

Fue un rey justo y piadoso. Fue un gran benefactor de la Iglesia y promulgó muchas leyes justas. También fue un gran constructor y fundó muchas ciudades y castillos.

Históricamente es considerado un hombre ambicioso y un rey victorioso. Su participación en la octava cruzada fue un punto de inflexión en su vida y lo llevó a convertirse en uno de los reyes más importantes de la historia de Inglaterra.  

Líderes musulmanes

Baibars sultan de egipto en la novena cruzadaBaibar I: El Sultán Mameluco que Transformó la Región

Baibars, también conocido como Baibars al-Bunduqdari o Baybars I, fue un destacado líder mameluco que dejó una huella indeleble en la historia del Medio Oriente en el siglo XIII. Nacido en la región del Cáucaso alrededor del año 1223, Baibars emergió como uno de los sultanes mamelucos más influyentes, gobernando desde 1260 hasta su muerte en 1277. Su liderazgo se caracterizó por sus habilidades militares, astucia política y contribuciones al desarrollo cultural y arquitectónico.

Ascenso al Poder

Baibars comenzó su carrera como esclavo mameluco, un sistema donde individuos esclavizados ascendían a posiciones de poder militar. Su destreza en el campo de batalla y su astucia política lo llevaron a convertirse en sultán en 1260, liderando a los mamelucos en la crucial Batalla de Ain Jalut, donde derrotaron a los mongoles, asegurando la supervivencia de los estados mamelucos.

Reformas Militares y Defensa de Tierra Santa

Baibars llevó a cabo significativas reformas militares que fortalecieron el ejército mameluco y consolidaron su poder en la región. Además de enfrentarse a las amenazas externas, se destacó en la defensa de Tierra Santa contra las fuerzas cristianas. Aunque no pudo reconquistar Jerusalén, logró consolidar las defensas costeras y mantener a raya las incursiones cruzadas.

Desarrollo Cultural y Arquitectónico

Baibars también tuvo un impacto en el ámbito cultural y arquitectónico. Fomentó la construcción de mezquitas, hospitales y madrasas, siendo uno de sus proyectos más notables la Mezquita de Baibars en El Cairo. Su apoyo a las artes y la arquitectura contribuyó al florecimiento cultural de la región mameluca.

Política Diplomática

 Baibars demostró ser un líder hábil en la diplomacia, forjando alianzas y tratados beneficiosos para los mamelucos. Estableció relaciones con poderes como el Imperio Bizantino y las potencias europeas, buscando mantener la estabilidad en la región.

Muerte y Legado

 Baibars falleció en 1277, pero su legado perduró. Fue sucedido por otros líderes mamelucos, y la dinastía mameluca continuó desempeñando un papel significativo en la región durante varios siglos. La figura de Baibars es recordada como un estratega militar brillante, un líder político astuto y un mecenas cultural que contribuyó al desarrollo y la estabilidad del mundo mameluco en el siglo XIII.

Principales batallas

Eduardo era consciente de la debilidad de sus propias fuerzas para enfrentarse al sultán egipcio. Por ello busco reunir a los cristianos de Levante y aliarse con los mongoles. Al llegar a Levante, se encontró con las rencillas que dividían a los distintos señores de la región, a los vasallos del rey de Chipre con su soberano y con el floreciente comercio que venecianos y genoveses mantenían con el sultán. La cooperación mongola también fue escasa para lo que esperaba el príncipe inglés.

En el invierno de 1271-1272, el obispo de Lieja abandonó la campaña y regresó a Europa, ya que se le había elegido papa. Sus posteriores esfuerzos para organizar nuevas cruzadas resultaron infructuosos.6

templarios en las cruzadas

Combates

Mientras estas llegaban, Eduardo se limitó a realizar algunas correrías fronterizas. En octubre por fin cruzaron la frontera diez mil jinetes mongoles de las fuerzas que el ilkán tenía en Anatolia. Esta hueste rodeó Aintab y derrotó a las tropas turcomanas de Alepo, cuya guarnición huyó a Hama. Las fuerzas mongolas continuaron avanzando hacia Apamea.

Sin embargo, cuando Baibars, que se hallaba en Damasco, reunió un gran ejército, con refuerzos venidos de Egipto, y marchó hacia el norte a enfrentarse a los invasores, estos, incapaces de hacer frente a las enormes fuerzas del sultán, se replegaron al norte y cruzaron la frontera del Éufrates.7

Mientras esto sucedía, Eduardo trató de talar la llanura de Sharon y conquistar la pequeña fortaleza enemiga de Qaqun, que le cortaba el camino. La cabalgada, escasa de fuerzas incluso para esta pequeña empresa, resultó un fracaso.

Final de la novena cruzada

Tras un año de conflicto, el príncipe Eduardo se dio cuenta que con una fuerzas militares insuficientes no iba a conseguir nada. La cruzada acabó con la firma de una tregua por diez años y diez meses el 22 de mayo de 1272 en Cesarea. Las dos partes tenian en mente dos objetivos que les permitio firmar el pacto. Eduardo estaba convencido de la inutilidad de continuar en el Levante sin refuerzos; el sultán, de poder acabar con los restos de los Estados cruzados en cuanto la amenaza mongola desapareciese.

la caida de acre
La caída de Acre

La última cruzada

Los Estados Cruzados quedaron fragmentados y divididos en pequeños principados costeros, como el Reino de Jerusalén, el Condado de Trípoli y el Condado de Edesa. Esta fragmentación los hizo más vulnerables frente a las fuerzas musulmanas.

El evento culminante en la caída de los Estados Cruzados fue la pérdida de Acre en 1291. Acre, un importante puerto y último bastión cristiano en la región, cayó ante las fuerzas mamelucas lideradas por el sultán Al-Ashraf Khalil. Esta derrota marcó el colapso final de la presencia cristiana significativa en Tierra Santa.

la caida de acre

Cambios en la política europea también influyeron en el declive de los Estados Cruzados. El auge de conflictos internos en Europa y la falta de interés sostenido en los asuntos de Tierra Santa contribuyeron a la pérdida de apoyo y recursos de los reinos cruzados.

Desaparación de los templarios en Oriente

Después de la caída de Acre, los últimos vestigios de los Estados Cruzados desaparecieron gradualmente. Las ciudades y fortalezas restantes cayeron bajo el control musulmán, y las órdenes militares, como los Caballeros Templarios y los Caballeros Hospitalarios, perdieron sus bases en la región.

El fin de los Estados Cruzados marcó una época en la que la presencia cristiana en Tierra Santa disminuyó significativamente. Aunque las cruzadas posteriores se llevaron a cabo, no lograron restablecer el poder cristiano en la región. El impacto de los Estados Cruzados en la historia y la memoria colectiva persiste, pero su desaparición señala el fin de un capítulo fundamental en la historia de Tierra Santa y las cruzadas.

en la historia europea y del Medio Oriente. Durante varios siglos, estas campañas tuvieron un impacto significativo en la expansión del cristianismo, las relaciones entre Europa y el mundo islámico, y la configuración del mapa geopolítico de la región. A continuación, exploraremos las principales Cruzadas que marcaron este período histórico.

1. La Primera Cruzada templaria (1096-1099)
2. La Segunda Cruzada templaria (1147-1149)
3. La Tercera Cruzada templaria (1189-1192)
4. La Cuarta Cruzada templaria (1202-1204) 
5. La Quinta Cruzada templaria (1217-1221)
6. La Sexta Cruzada templaria (1228-1229)
7. La Séptima Cruzada templaria (1248-1254)
8. La Octava Cruzada templaria (1270)
9. La Novena Cruzada templaria (1271-1272)

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