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Revelado fotográfico en Blanco y Negro

La década de los 80 resultó para nuestra generación un cambio profundo de esquemas, de conceptos y de maneras de entender la existencia. Me atrevo a decir que tanto o incluso más de lo que desde hace unos años a esta parte, supone para las generaciones posteriores el mundo de las nuevas tecnologías y el omnipresente uso de Internet en todos los ámbitos de la vida. Que lejos queda el revelado de fotografías en blanco y negro. 

 

Mis primeras cámaras

Quienes vivimos La Movida en la ciudad de Madrid sabemos qué significó para la mayoría de nosotros aquellos años de «Modernidad». Tendremos tiempo de hablar de todo ello, sobre todo de la música de los 80, de los vinilos y de los tocadiscos. Pero regresemos ahora a la fotografía.
La primera cámara que utilicé en aquellos años fue una Olympus OM-4 que competía por aquellas fechas con la NIKON FA. La toma de fotografías con esa cámara era todo un ritual de mediciones, enfoques y ajustes.
Los carretes, en blanco y negro lógicamente, los preparaba por mi cuenta. Es decir, compraba las latas de películas de la cual recortabas el trozo adecuado para recargar el carrete desmontando la carcasa.

 

 

Revelado de fotografía en blanco y negro

Lo mejor venía después, en casa, donde instalabas tu laboratorio fotográfico para todo el proceso de revelado de la fotografía; no hay que decir mucho de cómo se agudizaba el ingenio para disponer del espacio necesario.

Los líquidos: Reveladores, Paro y Fijador…y mucha agua.

El equipo: La ampliadora,el fotómetro, el papel, las cubetas, las pinzas, el reloj, las probetas, los filtros, el termómetro, las bombillas…y todo lo demás.

El factor humano: Escribía Graham Greene que las personas reales están repletas de seres imaginarios. Pues con el fotógrafo y la fotografía en sí misma, sucede igual. Y cuantos más, mejor.

Si el proceso de revelado del carrete se había completado con éxito (no siempre era así) el resto constituía la magia de la fotografía. Y a partir de ahí, la creatividad y el disfrute máximo dedicando horas a los matices y los contrastes hasta lograr la fotografía que deseabas.

Todo aquello quedó en desuso, pero no en el olvido.

 

Vuelta al revelado analógico

Este año decidimos volver a la fotografía analógica y, por supuesto, al revelado y positivado de fotografías en blanco y negro. Para ello lo primero fue adquirir una cámara de segunda mano que es la que abre esta entrada una NIKON F90 con un objetivo original de 80 mm. Suficiente para comenzar a practicar de nuevo.

Os muestro ahora en unas pocas imágenes en qué ha consistido más o menos revivir la experiencia de la que estamos hablando hoy:

 

 

Ampliadora

laboratorio fotografia en blanco y negro

 

Laboratorio fotografia en blanco y negro

copia de fotografia en blanco y negro analógica

 

Resultado

y…cuando aparece esa primera imagen, la satisfacción es total.

«Mencanta».

Saludos.

Paco Pavón

Te recomiendo mi novela «A hostias con la Vida»  un relato conmovedor de amor incondicional, dolor inenarrable, y una búsqueda incansable por la identidad. Ambientada en el Madrid de la movida de los años 80, nos cuenta las vidas entrelazadas de Antonio Leal, un locutor de radio cuya voz encantadora oculta sus luchas internas, Román, un agente secreto cuya aparición en la vida de Antonio desencadena una serie de eventos que transformarán su existencia para siempre, y Kika, una mujer excepcionalmente libre en cuya existencia solo existe un apego indestructible, su hermano Tony.

A hostias con la vida, una historia de amor y muerte en el madrid de los años 80 . Autor Paco Pavón

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