El consejo imprescindible para quienes pretendan cruzar la frontera desde Israel a Jordania por cualquiera de los tres pasos habilitados (dos oficiales y uno no reconocido oficialmente, el central, o sea, el más próximo a Jerusalén), es adquirir previamente y de forma muy sencilla la tarjeta Jordan Pass, se realiza a través de la web oficial, no os confundáis porque existen otras webs que la promocionan, pero que no ofrecen las mismas garantías además de ser más caras, obviamente.
Página oficial para obtener el Jordan Pass.
Visado Jordan Pass
Está disponible en todos los idiomas y la información que ofrece es muy clara, por lo que no explicaré nada sobre ella, únicamente lo dicho, que es muy, muy conveniente viajar con el pase adquirido (no os preocupéis por imprimirlo, en todos los lugares que la hemos necesitado han leído el código del pdf en el móvil o, en su defecto, le han echado un vistazo y ya está, en otros casos, ni eso). Todos los lugares que hemos visitado en Jordania han sido gratuitos con la Jordan Pass, además, como os decía, de representar de facto el visado de entrada.
De las tres modalidades nosotros elegimos la intermedia, denominada Jordan Explorer más que de sobra para nuestro propósito de ruta. Su precio es de 75 dinares jordanos, multiplicar por el cambio oficial que es de aproximadamente 1,25 euros (para redondear) y os hacéis una idea de lo que estáis pagando en euros, o sea la Jordan Pass Explorer sale por unos 96 euros e incluye, como decíamos, el precio del visado que por sí solo es de 40 dinares jordanos. Tenéis la información en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España.
Este es el pase de Jordan Pass, lo recibiréis en vuestro correo electrónico inmediatamente después de efectuar el pago. El Jordan Pass es válido durante 12 meses desde la fecha de compra. Su pase expira automáticamente después de 2 semanas desde la primera vez que se escanea en la primera atracción turística.
Pasos fronterizos Israel Jordania
Información sobre los Pasos fronterizos desde Israel a Jordania y los impuestos que tendréis que pagar en cada uno de ellos por salir de Israel. El más caro es el más directo desde Jerusalén, el que nosotros vamos a utilizar, los otros dos están reconocidos y expiden el visado en el caso de que no lo hayáis obtenido previamente.
En microbuses hacia la frontera con Jordania
La mejor manera de llegar a la frontera con Jordania desde Jerusalén es por el puente del Rey Hussein, Allenby Border, no es una frontera oficial reconocida por lo que si no lleváis el Jordan Pass que sirve de visado no podréis cruzar ni obtenerlo en ese punto (sí en cambio en los otros dos pasos fronterizos).
Lo mejor (y más divertido) es utilizar el servicio de microbuses disponible cerca de la Puerta de Damasco en Jerusalén, no es fácil de encontrar porque se trata de una especie de garaje en un patio interior donde también está la oficina (espectacular) donde un hombre bregado en turistas expende los billetes.
Los microbuses parten a medida que se cubren las plazas por lo que tendréis que esperar un rato, en nuestro caso, fuimos los primeros en llegar y treinta minutos después ya estábamos listos para salir.
¿Donde esta la compañía de Microbuses?
Para encontrar el garaje y la oficina lo mejor es preguntar en cualquiera de los puestos o tiendas, todo el mundo lo conoce. Y, aun así, cuando entras al garaje-patio interior no acabas de creerte que sea ahí, tú sigues convencido de que te has equivocado. No os desesperéis, suele haber un microbús dentro, junto a otros vehículos.
En una esquina del patio, al fondo, sin ninguna indicación, está la oficina, solo hay que entrar con cara de incrédulo y preguntar (otra vez) si es ahí. Un hombre mayor tras un mostrador de última generación se sonreirá (pensando que efectivamente acaban de llegar nuevos pánfilos) y te dirá que sí.
«Estación» de Microbuses
Compras los tickets y a esperar, dispones de un par de bancos de madera, ceniceros metálicos (se puede fumar, por supuesto) y a disfrutar. Nota: Sí, dispone de wifi y se puede pagar con tarjeta. Aunque nosotros habíamos sacado dinero en metálico (con la tarjeta N26) en un cajero de los múltiples que hay en las calles de Jerusalén que parecen parquímetros rotos, pero funcionan la mar de bien.
El «hombre de los tickets» tiene un trato encantador, divertido, y le gustan los españoles. Por cierto, casi todos los trabajadores del sector servicios que hemos encontrado son de religión musulmana y de ascendencia palestina, lo que ofrece una buena oportunidad para conocer su historia, su situación actual y sus opiniones.
Los billetes blancos son por persona (42 shekel cada uno: 10,50 euros) y el naranja es por equipaje grande, en nuestro caso una de las mochilas (5 shekel por equipaje grande: poco más de 1 euro).
Puente Rey Hussein – Cruzar la frontera
Una vez llegados al primer paso de frontera tenéis que entregar los pasaportes al conductor del microbús (recoge los de todos los pasajeros para mostrarlos en el control de salida), no temáis, no se pierden. Es habitual que alguno de los soldados suba al autobús a «echar un vistazo», las preguntas en los controles son una chorrada y se llevan a cabo de modo aleatorio.
Zona Israelí
Ya en el paso intermedio de control de la frontera, a mitad del puente del Rey Hussein, tendréis que pagar la tasa de salida de Israel, 175 shekels por persona (casi 44 euros), es la tasa más alta de los tres posibles pasos fronterizos, pero, desde luego, si procedes de Jerusalén es la más directa, cómoda y rápida.
Después de pagar la tasa os pedirán el pasaporte y el visado azul israelí que os dieron a la llegada en el aeropuerto de Tel-Aviv. Os entregarán un visado de salida de color rosa, igual al azul (no es necesario entregar el azul de estancia en Israel, al regreso el procedimiento es el inverso y os darán otro visado azul). El rosa os hará falta cuando volváis desde Jordania hasta Jerusalén en el regreso.
Como podéis comprobar por la hora del visado de salida (el rosa), salimos de Jerusalén a las 11:30 de la mañana y entrábamos en Jordania a las 12:35. Cero inconvenientes.
Entre medias
Estamos en la mitad del paso fronterizo, es el momento de cambiar de autobús para finalizar el trayecto hasta el paso de la frontera jordana propiamente dicha. En ese punto intermedio puede utilizarse taxi, taxi conjunto o microbús. Nuestra opción, de nuevo, el microbús. El precio del billete del segundo tramo del puente hasta Jordania es de 7 JOD (dinares jordanos, o sea, unos 9 euros). Repetimos que todos estos pagos pueden realizarse con la tarjeta de crédito, en cualquier caso, en todos los pasos fronterizos puede obtenerse dinero en efectivo en los cajeros.
No hagáis caso de la información oficial, sobre el terreno todo es muy diferente y nada de lo leído previamente para cruzar por esta frontera sirve de nada. En la práctica todo es mucho rápido, eficaz e incluso divertido.
Zona Jordana
Y, ahora sí, ya estamos en la frontera con Jordania, los controles son rápidos, os pedirán el pasaporte y, al igual que en Israel, no os lo sellan. Es obligatorio, eso sí, mostrar el Jordan Pass (como dijimos incluye el visado de entrada), que previamente llevamos descargado en el móvil.
Primero es necesario rellenar un impreso con vuestros datos básicos en una ventanilla y después pasáis al control policía (muy laxo) en el que entregáis los pasaportes y el impreso que habéis rellenado ya sellado. En el pasaporte pegan un código de barras y una pegatina en la solapa que le otorga validez para viajar por Jordania. Así, sin más.
A la vuelta a la frontera se pagará la tasa de salida de Jordania, mucho menor que la de Israel: 8 JOD (dinares jordanos: poco más de 10 euros). Lo bueno de todo esto es la cantidad de personas procedentes de cualquier lugar del mundo que también viajan por libre y con las que echas un rato compartiendo experiencias. Con una chica asiática llegaríamos a coincidir días después en Petra, eso sí que es difícil, os lo aseguro.
Paso de la frontera Jordania Israel, dirección a Jerusalén
Os contamos como lo hicimos 5 días después para volver a Israel. Entramos al paso de frontera andando desde la casa de alquiler de coches. Pasamos el control de salida, como cuando llegamos, es rápido y sencillo. Rellenamos el impreso de salida y nos entregan copia del pago de la tasa de salida de Jordania, 10 JOD (12,5€), o sea considerablemente menor que la que pagamos por salir de Israel.
Tomamos el microbús que nos llevará hasta la mitad del puente donde pasaremos el control de frontera de Israel, también bastante rápido y sin problemas. En este punto os expedirán otro visado de entrada como el que nos dieron al llegar al aeropuerto, pondrán un código de barras en la solapa del pasaporte y eso es todo. Desde ahí, directos al microbús que nos llevará hasta el final del puente. Mismos económicos precios.
Mas barato en Microbus
Como podéis comprobar por el horario, nos llevó poco más de veinte minutos pasar el control de entrada. Desde allí, otra vez, a buscar el microbús que nos llevaría de vuelta a Jerusalén. Como siempre, hay otros medios de transporte, ya sabéis, taxis, taxis compartidos, otras compañías de autobuses, etcétera. El más barato y divertido es el microbús de Jerusalén, hay que esperar a que se llenen las diez o doce plazas que tiene, lo que suele suceder más pronto que tarde, en quince minutos estábamos en marcha.
Ya en el microbús de regreso a Jerusalén, lo único que cambia son los colores de los billetes, si a la salida eran blancos (personas) y naranja (equipaje), ahora son amarillos y gris, respectivamente. Mismos precios.
Al entrar en Israel propiamente dicho, es decir, al salir del puente, los vehículos pasan un control (también lo pasamos a la salida hacia Jordania). En esta ocasión una militar israelí sube al microbús y revisa todos los pasaportes de los ocupantes.
¿Cómo llegar desde la frontera de Jordania hasta Amán?
Disponemos de varias posibilidades, bien en autobús, bien en taxi individual, bien en taxi compartido. Aquí, como en Jerusalén, es bueno negociar todo. Pero, en general, hay mucha competencia y el precio en taxi hasta Amán ronda los 25 JOD (32 euros), os llevan hasta la dirección que les proporcionéis.
En nuestro «modo por libre» decidimos alquilar un coche allí mismo, en la frontera, únicamente es necesario salir del recinto de la frontera y ya estáis en plena ebullición de la vida jordana.
Lo primero que veréis será una calle con varios negocios de alquiler de vehículos. Para nosotros estaba claro que era la opción preferible. Si bien, solo aconsejable para los más atrevidos. Nada que ver con las empresas internacionales de alquiler de vehículos que están en Amán.
Alquilar un coche en misma frontera de Jordania
Disfrutando de la negociación y del divertido trato con los «alquiladores» de coches jordanos.
Echamos un vistazo general a los negocios de alquiler de la calle y elegimos casi el que más cerca nos pillaba, «Al-Dar Rent a Car». Os aseguro que la negociación del coche, el estado de los coches y el proceso de entrega es lo más surrealista y divertido que nos ha pasado en mucho tiempo.
Los precios de alquiler son similares a los de las oficinas de alquiler de compañías internacionales en Amán, pero aquí son negociables, muy negociables.
Pasos:
- Te presentas y tanteas un poco precios, coches y estado de los mismos.
- Elijes el que se adecúe a tus necesidades. A nosotros nos daba más o menos lo mismo. Todos tienen buena pinta.
- Preguntas por el seguro a todo riesgo y te contesta que no hace falta, que, si tienes un accidente pagas 300 dinares y que, si no lo tienes, no pagas nada. Es lo más lógico que he escuchado en los últimos cien años.
- Cierras el trato y no tienes que pagar nada, ni señal, ni pago adelantado, ni fianza. Aquí la fianza es una cuestión de confianza, y por ello, ellos se fían de ti y tú te fías de ellos.
- Compruebas que el coche está más o menos decente y directos a repostar en la primera gasolinera a tres kilómetros. Ya tienes tu coche jordano.
- Asegúrate de que la documentación e identificación del coche están en la guantera, es lo único que te pedirán en los controles de carretera.
Contrato de alquiler y tarjeta identificativa del vehículo, lo que viene a ser el permiso de circulación en España.
No intentéis comprender nada, está todo en árabe, pero os aseguro que es legal.
Negociamos un Hyundai Accent automático con 212.000 kilómetros muy bien llevados y nos dispusimos a atravesar de punta a punta Jordania con nuestro «flamante» coche. Único defecto visible: retrovisor derecho suelto; los demás los descubriríamos poco a poco. Precio: 20 JOD diarios (26 euros/día).
Respetar las tradiciones locales: el Ramadán
Donde fueres, haz lo que vieres, dice el dicho y muy bien dicho; es decir, por un principio de educación es bueno adaptarse y respetar las costumbres de los lugares que visitamos. Nuestro viaje ha coincidido con el mes de Ramadán musulmán; resumiendo, podemos decir que durante los días que dura el Ramadán, los musulmanes tienen prohibido tomar alimentos, líquidos, fumar o mantener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta su ocaso. Tampoco deben hacer actos considerados como inmorales o enfadarse.
Una vez puesto el sol comienza la celebración y se suprimen esas restricciones, durante la noche se permite comer, beber (no bebidas alcohólicas) y fumar (la Shisha, las pipas de agua, donde se aspira un tipo de tabaco especial aromático llamado melaza), es cuando en los barrios musulmanes la vida alcanza un toque de bullicio.
No es necesario cumplir con los preceptos del Ramadán si no eres musulmán, obviamente; los jordanos, en general, son muy permisivos en este sentido con los turistas. No obstante, puedes comer, beber o fumar, pero, a ser posible, no de manera estentórea ni en lugares muy concurridos. Ningún problema en ese sentido.
Los otros post del Viaje Israel Jordania
Consejos prácticos para viajar a Israel 2023
Qué ver en Jerusalén en 48 horas
La aventura de cruzar la frontera entre Jordania e Israel | Puente Rey Hussein
Qué ver en Amán y Jerash (Jordania)
Ruta de los castillos templarios en Jordania
Wadi Rum, el desierto de Jordania
Qué ver en Petra, Jordania
El Mar Muerto de Jordania
Qué ver en Tel Aviv en 24 horas
Norte de Israel en dos días
Te recomiendo mi novela «A hostias con la Vida» un relato conmovedor de amor incondicional, dolor inenarrable, y una búsqueda incansable por la identidad. Ambientada en el Madrid de la movida de los años 80, nos cuenta las vidas entrelazadas de Antonio Leal, un locutor de radio cuya voz encantadora oculta sus luchas internas, Román, un agente secreto cuya aparición en la vida de Antonio desencadena una serie de eventos que transformarán su existencia para siempre, y Kika, una mujer excepcionalmente libre en cuya existencia solo existe un apego indestructible, su hermano Tony.